¿Cómo funciona nuestro producto?

Su funcionamiento es similar al de una impresora, consta de la utilización de un sensor RGB, que cuenta con una potencia extremadamente alta para la detección de color estable, una alta profundidad de colores y básicamente permite una captura rápida, muy precisa y en escasos segundos del objeto deseado. Por lo tanto, este sensor es una parte principal en el Scribble Pen, primeramente debemos decidir el color del objeto que queremos, cuando tenemos claro el objeto nos vale con acercar la parte superior del rotulador a este, apretando así el botón para que se active el sensor RGB, este lo que hace es detectar el color del objeto dividiéndolo en otros subcolores y calculando la cantidad necesaria de cada uno para alcanzar el tono exacto. A continuación, un procesador ARM, más utilizado de lo que pensamos, ya que se encuentra en todos tipo de dispositivos tecnológicos, lo que hace el procesador es básicamente seguir unos pasos, como si le mandaras ir al supermercado a hacer la compra, en este caso, procesa los diferentes colores necesarios para obtener el que queremos hasta la memoria interna, capaz de almacenar hasta 100.000 tonos (1GB). Una vez localizado en la memoria interna, podemos plasmar el color en papel o digitalmente en nuestra Tablet o Phone vía Bluetooth, la función de la memoria interna es almacenar los colores para poder usarlos cuando queramos y donde queremos. Finalmente, cuando plasmamos el color en papel lo que estamos usando son cartuchos de tinta, que se conectan a un mezclador y dispensador que recrea exactamente el color que queremos.

Además, Scribble es compatibles con programas comunes como CorelDraw, Photoshp… esto nos abre un mundo de posibilidades en el mundo artístico, ya que nos permite transferir fácilmente colores personalizados o previamente capturados. Cabe destacar que la tinta es resistente al agua y a la exposición intensa de luz, por lo que es muy difícil de desvanecerse. Además, cuenta con un puerto micro USB, comúnmente usado para móviles, que sirve para recargar la batería, compuesta de iones de litio que cuenta con características únicas como el uso de potencia durante 15 horas de creación ilimitada. Los cartuchos de tinta son los típicos que conocemos de una impresora, por tanto son válidos cualquiera de ellos. Otro punto interesante, es que podemos saber la tinta que nos queda con un simple toque.